ENTE


Un Ente carcome mi alma

oscuro y de difícil definición

me arrastra lentamente a un abismo

acercándome a una derrota que quiero evitar

pero que no puedo, no puedo.


Su dentadura negra, y oscura

quiebra y rompe la noche en mil pedazos

aterra y hace palidecer a la luna

y aquellos que le otorgaban pleitesía

huyen desorbitados por un terror jamás conocido.


Son tus ojos errantes por el mundo

mi única fuente de esperanza

o esa melena gris

desgastada por el viento

y por viejas batallas

que tú por fortuna o dicha

saldaste por nosotros, por todos nosotros,

en triunfos amargos y ácidos

pero al fin y al cabo en triunfos.


La noche cae como todas las madrugadas

de este siglo que empieza y a la vez

amargamente y a una velocidad irritable

se mengua acercándose a una desaparición

precipitada, e inevitable.

Porque el Ente esta cada vez más cerca

ya ha arrastrado consigo pueblos, ciudades

y ha corrompido el alma de miles de personas

llevándose consigo todo signo de posible esperanza.


Pero tú, errante por el mundo de los vivos

y caminante sigilosa por el mundo de los muertos

aludes y levantas el brazo como símbolo de confrontación

de revancha, de revuelta, de resistencia, ante él..........

Y yo así quieto en la oscuridad

atado a las malditas cadenas que el Ente me impuso

anhelo un trozo de tu cabello cuando era de bronce

y ahora se ha desvirtuado hasta caer en un gris

nada alentador............


Así la noche dando paso al día

y no encontrando diferencia alguna

por culpa de esta oscuridad que nos cubre las cabezas

y este olor putrefacto que proviene del

maldito rastro que va dejando el Ente

aya por donde su terrible sombra se desliza.


Y es ahí donde nadie espera ya nada

más que la llegada de un inevitable fin

cuando tú te atreves hacer frente al Ente

en un combate quizás para muchos sin sentido

más que la locura irremediable de querer

acabar con la injusticia, con el terror de la imposición,

con el mal en su devastadora esencia.

Y yo a escasas horas de la última batalla

que libres ya sea para bien o para mal

te pido un último beso, ver tus senos

desnudos al atardecer por una última vez

acercarme a tu cuerpo envejecido de tantas batallas

y suspirar por él, cada vez que lo acaricio y lo acerco

más y más al mío....

Hasta que llegamos a tocar el fin del mundo.


Quizás ya estés librando la última batalla

con un final nada prometedor

pero a la vez con la ventaja de ser indeciso,

impredecible, interrogativo.

Y es por primera vez, cuando después

de haber estado de nuevo recogido

dentro de ti.

Cuando me atrevo a luchar por estas

malditas cadenas que me arrastran

a la oscuridad más negra que jamás

alma alguna haya conocido.

Y una lagrima se desliza por mi mejilla

esta vez de alegría, porque he pensado

en tu victoria, en que vuelves a mí,

me desatas de esta locura

y sin mirar hacía atrás

huimos juntos en busca

de un mundo mejor

que seguro, seguro,

que existe.





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